sábado, 23 de mayo de 2009

Casa Julio ¡ha vuelto!

Este pequeño bar es famoso por sus tapas y siempre está lleno de gente (una buena señal de un bar de tapas). Fuera hay mesas altas de estas que te sirven solo para apoyar la bebida en verano es donde mejor se está.

Este es unos de los templos granainos de la mala follá sin llevarla al extremo, ahí va un caso verídico, una chica se dirige a la barra y pregunta -¿qué lleva el gazpacho?-, lo mas lógico es que le contesten -Pos qué va a llevar, tomates, ¿te lo pongo o no?. obvia decir, señores, que esto no ser ni arisco, ni maleducado, ni siquiera llega a ser aspero, esto es "mala follá" pero en minúsculas eh? no nos confundamos.

El ambiente es el de toda la vida sus azulejillos, su barra de las de acero inoxidable, su aliviadero adosado, cual verruga, al final de la barra y su par de mozos con cara de zapato detras del grifo, pero eso sí, profesionales como ya quisieran muchos en Graná.

¡¡¡Ojo, doncellas!!! - ni se os ocurra utilizar el servicio dentro del bar- es mejor pedir al camarero que te enseñe dónde está el servicio de mujeres.

Las tapillas son bastante buenas y honrosas, abundan fritos sobre todo. Entre otras delicatessem nos pue
den poner, estas criaturas, algunas especialidades como boquerones fritos, rape en adobe, calamares fritos, y berenjenas fritas y si queremos, y como es de mandar, podemos pedir raciones o medias raciones si no tienes mucho inconveniente en utilizar los codos para defender tu espacio vital en el local del barecillo. Lo que son los precios como los del entorno, pero debemos tener en cuenta que este es un clásico, un superviviente en una jungla en la que por desgracia cada vez es mas difícil subsistir si no te modernizas.

Recomendado por comandante.


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