miércoles, 3 de agosto de 2016

Restaurante Los Olivos. Calle Ballestares 38, 21730 Almonte, Huelva.


Viernes 15 de Julio de 2016, tras pasar unos días de vacaciones en Punta Umbría, toca volver a la rutina. Pensamos volver dando un rodeo por la costa hasta Matalascañas en vez de ir directamente a Granada. Así podemos aprovechar al máximo los días de vacaciones. Nuestro pensamiento es parar primero en La Rábida y visitar el Muelle de las Carabelas, antes de que empiece a apretar la calor. 

Tras ver en diferentes foros de viajeros que es un sitio recomendable, decidimos acercarnos. Es un museo donde se encuentran las reproducciones exactas (no las originales) de La Niña, La Pinta y La Santa María. Una vez dentro del museo, aunque no es obligatorio, si es conveniente visualizar primero una proyección de unos 30 minutos que te pone en situación de donde estamos entrando. El lugar tiene un aroma a otra época, donde podremos ponernos en la piel de aquellos aventureros que con esas tres naves, fueron en busca de confirmar una ruta con las Indias por el Oeste y se encontraron con un “Nuevo Mundo”. Lo mejor es poder acceder a cualquier parte de los tres navíos, viendo las condiciones en las que realizaron dicho viaje. También hay una recreación de un Barrio medieval y la Isla del Encuentro. Por lo que pudimos observar, a lo largo del verano, sobre todo los fines de semana por la noche, hay actos culturales dentro del recinto. 


Esta visita le impactó a mi niño, y es que a día de hoy, aún dice que ha estado montado en tres Barcos Piratas....

Estar en el Muelle de las Carabelas nos llevó casi al medio día, queríamos avanzar en el viaje, y nos quedamos con las ganas de ver más del entorno de La Rábida. Avanzamos por la costa hasta Matalascañas donde el espacio natural del Parque Nacional de Doñana nos obligaba a enfilar la aldea de El Rocío, uno de los diferentes puntos de peregrinación “GREA” repartidos por Andalucía. Tras ver la Ermita del Rocío nos empieza a picar el hambre y pensamos avanzar un poco más hasta Almonte y así salir del albero que rodea todas las calles de la aldea.

Pensamos en tirar de nuestro compañero de viaje “Tripadvisor” y nos llevo al restaurante “Los Olivos”, situado en la Calle Ballestares, cerca de la Travesía A-484. 

Tras pedir una primera ronda de bebidas, al pedir una caña y un refresco, viene con una copa escarchada serigrafiada con cervezas Alhambra. Un punto positivo el llevarse a la boca en tierras territorio casi Cruzcampo una Alhambra Especial muy fresquita (bien es cierto que por varios bares y restaurantes de Punta Umbría servían cervezas Alhambra). De acompañamiento unas aceitunas.

Es hora de abrir la carta y ver que podemos pedir: 


Al volver a leer la carta, se me saltan las lágrimas ver “precio media ración”. Prefiero pagar el precio de tres medias raciones y probar variedad que limitarme a solo una ración aunque esté a rebosar.

Antes de continuar quiero hacer un paréntesis y hacer una critica al concepto de “Tapa”. La zona Occidental Andaluza es diferente a la nuestra, aquí la gente saca la bandera de la verdadera tapa, pero a mi que no me vengan con engaños de que allí la “Tapa” se paga y aquí es gratis..... Prefiero pagar una tapa o media ración con un tercio a 1 € que no un tercio con tapa “gratis” a 2.50 € (hay bares que ya se están colando). Todas las noches cenábamos en bares a base de varias medias raciones y dos consumiciones, el precio rondaba los 20 €. Aquí, cuando decimos de salir a cenar, si quieres tirar de raciones, pidiendo una más dos consumiciones ya estás en 20 €, amén de que al pedir la ración pidas la segunda consumición no te extrañes de que te racaneen la segunda tapa o si la recuerdas que se le ha olvidado te vengan diciendo que eso es una “cortesía” con la bebida..... UNA MI...... 

….Media de Jamón y media de queso para abrir boca. El Jamón espectacular. A la mesa llegó ya sudando que combinado con el curado..... 

Continuamos con media de “Lagrimitas de Aracena y sus salsas”. Esta vez pedimos pensando en el niño, ya que dábamos por sentado que iban a ser lágrimas de pollo. Cual fue la sorpresa al ver que eran de solomillo y secreto ibérico. Venían acompañadas con tres salsas, la que más me gustó fue la de tomate (yo soy malo para sacar sabores, yo solo lo puedo igualar como a la salsa de los caracoles).


Como último plato pedimos “Tataki de presa y una cama de quinoa”, algo que recomendaban los usuarios que habían estado en Tripadvisor. La verdad que estaba muy rico, con una mezcla de sabores a lo ibérico con la presa, cocina oriental con los brotes de soja y cocina sudamericana con la quinoa. Decir que mi mujer no es de comer carne poco hecha y este plato lo acabamos los dos rebañando hasta el final.



Llegamos al restaurante sobre las dos, y aunque al principio no había mucha gente, se fue llenando. De los platos que fueron saliendo de cocina, nos quedamos con ganas de más, pero estábamos ya llenos. Hay algunos que yo ya les he echado el ojo para cuando volvamos, porque si no pasa nada, pronto estaremos por la zona y repetiremos si o si. También agradó bastante el ver como iban elaborando tus platos sobre la marcha (no había nada precocinado o medio hacer), la cocina está en una esquina al fondo y podías ver como iban preparando los platos.

Para terminar no quería irme con el mal sabor de boca de saber que estamos a 300 km de casa, sabiendo que nos quedan varias horas de camino y que a cada km que nos acerquemos a casa, nos alejamos de unas vacaciones inmejorables en familia en las que mi niño me ha demostrado que se puede volver a tener 2 años a los 34.

Así que para quitarme este regustillo amargo un “Coulant de chocolate caliente y nata”.  Exquisito el sabor del bizcocho, con el chocolate fundido por dentro y la nata.


Mi paisano Sabina dijo: “En Comala comprendí que al lugar donde has sido feliz no debieras de tratar de volver.” Ya es la tercera vez que estoy pasando mis vacaciones en la provincia de Huelva y cada vez, me voy con ganas de volver pronto. 

Saludos compañero!!!!

Recomendado por Carlos Gómez

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