miércoles, 8 de agosto de 2018

Valencia

No hay nada como organizar bien un viaje, recrearte contemplando el mapa, un topográfico, una ortofoto, el google maps, el street wiev y por si no estoy seguro el my maps para llevarlo luego en el movil, y ya si te toca un paseillo por el campo abres el google earth y miras el desnivel que para esto viene muy bien, poner circulitos, por tamaños y colores, -¡uy un imprescindible, a este le voy a poner una estrellita roja para que se vea bien!-, rayitas de colores, continuas y discontinuas, porque claro, para visitarlos, tienes que saber llegar a los sitios, los imprescindibles, los alternativos, aquellos que supongan un alto en el camino, los otros, donde las niñas puedan evacuar aguas, sitios donde poder hablar con tu mujer mientras las fieras campan a sus anchas. Como digo no hay nada como preparar un viaje, porque para cuando estés pisando esos dibujitos que hiciste en el mapa, la cruda realidad te pondrá en tu sitio y partir de ahora solo queda gastar gasoil o suela, pero eso si tira por la sombra porque a 40º en la sombra en valencia solo se ven, lo que somos, turistas.

El caso es que con Valencia no ha pasado, o no ha pasado en muchas ocasiones (lo de que te "salga rana" el sitio me refiero) después de mirar y remirar, y comparar reseñas, estrellitas y buhitos, tenedores, banderas de playas, que si azules, con certificado de calidad, que si de piedra o de arena, para volverte loco... éstos "los ranas" los vamos a dejar para otra ocasión, hoy toca lo destacable

En fin a lo que vamos, en Valencia, para ver hay mucho, para pasear también y para comer y beber, ni que de decir tiene que sobran las palabras. Este viaje lo enfocamos como un plan abierto con escapatorias y alternativas para no cargar mucho la agenda y poder salir por la tangente rápidamente y dar cumplimiento a los deseos infantiles mas apremiantes – ¡6 y 8 años que os voy a contar!– (era esto o agarrarse una jaqueca insoportable). El alojamiento inmejorable, Colegio Mayor Rector Peset, Plaça del Forn de Sant Nicolau, 4, 46001, Valencia. Habitaciones confortables, con su aire y su baño por habitación, se hechó un poco en falta una neverita, pero no se puede tener todo, por localización a un tiro de piedra de todo lo que es el centro histórico, poniendo como límites lo que es el cauce del viejo Turia, las Torres de Quart y la de Serrans y como muy al sur, yo pondría la Plaza del Ayuntamiento o la Plaza de Toros de Valencia. Como digo da para varios paseos, mínimo tiene dos mañanas con todas sus horas sin pararse mas que lo meramente imprescindible, para hacerte el selfie en iglesias, catedrales, plazas, museos y demás. Para el resto de visitas, como hemos dicho anteriormente, acera y por la sombra, aunque nosotros para este viaje y tenemos que reconocer que nos ha salido muy positivamente, hemos echado en el coche los patinetes y en esta ciudad, que es muy llana y con muchos kilómetros de carril bici, le hemos dado bastante uso.

Sigamos, como este blog va de lo que va, para una comida en la barra o en unos taburetes altos, cumple son su cometido Boatella Tapas, Plaça del Mercat, 34, 46001, València, nosotros fuimos a la hora de la comida, bocadillos para las niñas de lomo y queso, para mami una racion de chipirones y para papi bocata de esgarraet, fresquito estaba, pero, eso si, no le pidáis mucho bacalao, cumple por sencillez, variedad y rapidez.



Una noche, después de una larga jornada que acabó en la playa, caímos en El Molinón, Carrer de la Bosseria, 40, 46001, València. Sitio bastante concurrido y al estilo de las bodegas asturianas con todos sus adornos y su parafernalia, incluyendo escanciadores y mesas de madera con bancos corridos, cachopo para compartir, tabla de quesos para Irene, al menos dejó que los probáramos y por cierto el que más le gustó fué el cabrales, en eso ha salido a mi.

NO RECOMENDABLE - La Pilareta, Carrer del Moro Zeid, 13, 46001, València. En mi opinión vive de la fama de antaño y de la afluencia de turistas que merodean por el centro de la ciudad, en resumen, es el típico bar de aspecto tradicional y camarero de camisa blanca, al que en ocasiones acompaña el cocinero o cocinera de turno con el cigarrillo en la boca, ambos en la puerta del bar atendiendo la terraza de 5 o 6 mesas de tamaño algo reducidas, que todo hay que decirlo, no sabemos si las raciones son pequeñas como la mesa o la mesa es pequeña como las raciones, el caso es que están en total desintonia con los precios que cobran con respecto a la competencia. Para que os hagáis una idea este es un bar de esos que al llegar el camarero te levanta el servilletero y le pasa la bayetita, con lo que tu debes esperar a que se seque un poco para apoyar los brazos sobre la mesa, y aquí mi reflexión, no se si mejor esperar a que se seque porque cuando lo hace es la típica mesa que se te quedan pegados los brazo, que digo yo que esa bayeta habrá que meterla en la lavadora de vez en cuando ¿no?. Por cierto, de lo de la cocinera fumándose el pitillo después del trabajo bien hecho no me di cuenta hasta levantarme de la mesa, si lo veo ¡¡¡se va a sentar allí su padre!!!


RECOMENDABLE - La Pappardella, Calle Bordadores, 5, 46001, Valencia. Restaurante italiano en el que puedes probar muchos bocados aunque no pizzas. A nosotros nos salvó una noche y las niñas quedaron muy contentas, igual que nosotros,  fué una sorpresa muy grata, hay que decir que también tiene menú para niñas, no sea que alguna se salga de la vereda, que a estas edades uno no sabe para donde va a tirar la cabra. Imprescindible reservar, a nosotros nos hicieron un hueco a las 22:30 y tuvimos suerte porque a esas horas, si no te han dicho como 200 veces, - "Papi ¿cuando vamos a cenar? -, y si mis hijas, cuando están fuera de casa,  gastan hambre.

                                                                                      




Central Bar by Ricard Camarena, Mercat Central, Plaza Ciudad de Brujas, s/n, 46002, Valencia. Como bien indica la firma, es el bar de mercado de uno de los estrellas michelín de valencia. Este era uno de los imprescindibles que tenía que visitar si o si, y aunque no deja de ser un bar al estilo tradicional, de taburete y barra, en la carta se veían cosas que, aunque entiendo que son fáciles de hacer, se te tienen que ocurrir. Bien atendido en la barra por 5 o 6 personas y en cocina otros 4 o 5 mas, dan abasto, nunca mejor dicho, en el Mercado Central de Valencia a la clientela hasta las 15:00 que cierra esta tradicional plaza de abastos. No lo vimos caro, pero eso si te tienes que armar de paciencia si vas a horas en que ya está concurrido, así que mi consejo es que vayáis con tiempo y no demoreis mucho las compras en el mercado, sobre las 13:00 puede ser buena hora.
Por cierto esto si es un mercado y no la bazofia que han querido hacer con San Agustín.
De la carta pedimos, un "Ricard Camarena", un "Tonyineta", un "Vegetal" además de unos buñuelos de bacalao, unas croquetitas de pollo rústico y unas albóndigas al curry rojo. Todo bastante bueno.


           
               


Kebab Bolsería, Carrer de la Bosseria, 39, 46001, València. No deja de ser este un negocio de esos llamados “matahambres”, pero también te pueden salvar la vida, para nosotros fué una gran suerte encontrarlo, y después de contrastarlo con críticas en la red, nos dió un buen resultado y satisfacción, entorno a las 23:30-00:00, depués de una larga y agotadora  jornada de playa, un buen kebap o durum te manda a por el heladito, sin esa apremiante necesidad de echarte a la panza algo que sacie el hambre. El sitio estaba hiperlimpio y la verdura se veía muy fresca, nos pedimos 2 durum, y me recordó a aquellos que probé por primera vez en Budapest, muy buenos, además muy bien atendidos por el personal. A tener en cuenta.


RECOMENDABLE - Spuntino Pizza Valencia, Carrer de Dalt, 28, 46003, València. Pizza entera o en porcione,  focaccia, calzone, en varias modalidades, pero sobre todo opciones vegetarianas, que te las preparan al momento, sin más tiempo de espera que el del propio cocido en el horno, focaccias que las puedes rellenar de lo que quieras, en el corazon del Carmen, con lo que te las puedes comer en cualquier placita o paseando por su calles y admirando los grafitis que decoran sus calles. Muy buen producto, rico y “sano”.


RECOMENDABLE - Casa Carmina, Calle Embarcadero, 4, 46012, El Saler, Valencia. Un restarante sencillo, muy bien puesto, amables y donde lo que comimos nos supo de gloria, ni una sola queja, la mejor paella valenciana que hemos comido por estos lares, la verdad es que fué un maravilloso colofón al paseo que nos dió Paco en su barca por la albufera, donde nos deleitó con la cultura popular de estos lugares. Después de los postres no tuvimos más remedio que irnos a las playas de esta zona, a dormir la siesta, que son menos concurridas, con su banderita azul, y más naturales naturales si cabe al estar en zona protegida
                                       

RECOMENDABLE - Horchateria Vida, Partida de Saboia, 6, 46120, Alboraia, València. Un vergel en mitad de la huerta, no dejéis de visitarlo, nosotros caimos a eso de las 18:30, la hora era ideal, el edificio ya daba sombra a la terracita, superanimada y concurrida, nosotros tuvimos suerte al encontrar una mesita con su vientecito dándote en la cara, rodeados de campos cultivados de la chufa, que mas podéis pedir, ¿chufa?, pues si, buenisima con sus fartons y todo, y además tienen heladitos y granizados varios, vamos para todos los gustos



RECOMENDABLE - Heladería La Nocciola Toscana, Carrer de les Avellanes, 1, 46003 València. Helados y sorbetes muy buenos


RECOMENDABLE - Horchatería Daniel, despacho,Carrer de Sant Vicent Màrtir, 6a, 46002 València. Buena y fresquita horchata la primera que tomamos en Valencia. Por crítica y valoraciones muy buena y por sabor también, y en todos los formatos líquida, granizada y helada.



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