Tras nuestro paso por Asturias, y debiéndole una a mi compañero y amigo Rufo, voy a realizar un pequeño resumen de las buenas comidas que nos hemos pegado Macarena y Yo por tierras del Principáu d'Asturies.
Para que sea mas llevadero y tener un orden, voy a realizarlo de manera cronológica, diferenciando la comida de la cena.
Antes de meternos en faena, en el tema del desayuno, decir que venia incluido en los hoteles de Mirador Montañas de Covadonga y hotel Alavera. Ambos son hoteles rurales y en ambos nos encontramos como en casa, un ambiente muy familiar y muy acogedor. Tienen dos estrellas, pero de largo son mejores que otros con mas galones. Solo hay que echar un vistazo a las valoraciones de booking para saber de lo que hablo:
http://www.booking.com/hotel/es/montaa-as-de-covadonga.es.html?aid=311090;label=montaa-as-de-covadonga-XmbNn1M1jnU7u2Q36gwiAS21901398660:pl:ta:p1:p2:ac:ap1t1:neg;ws=&gclid=CN6W7r7ZgbgCFXQftAodkXkApw
http://www.booking.com/hotel/es/alavera.es.html?aid=311090;label=alavera-oq44VG_SMy8rdNqkKsY1ewS15418214100:pl:ta:p1:p2:ac:ap1t1:neg;ws=&gclid=CM_y15TagbgCFXQftAodkXkApw
En el hotel Mirador Montañas, el primer día nos preparó el dueño un desayuno de tostadas con aceite y tomate o con mantequilla y mermelada, con café o leche con cacao, zumo natural de naranjas recién exprimidas (nada de polvos ni zumos ya envasados) y un pequeño buffet de tortilla de patatas, cereales y sobaos. El segundo día fue lo mismo pero cambiando las tostadas por croissant recién tostado. Muy bueno todo y que decir que era un desayuno totalmente casero y recién hecho por el dueño, parecía que estábamos en casa.
En el hotel Alavera, el desayuno era tipo buffet, parecido al anterior pero con el pan y los croissant dentro del buffet. También tenían variedad de fiambre (jamón serrano, jamón cocido, queso, etc.). Este hotel tenia un pequeño huerto casero y un pequeño corral donde criaban ellos sus propios animales (había gallinas autóctonas de la zona, la gallina pita pinta asturiana). Fue un lujazo poder desayunar huevos de corral con jamón. La única pega, que el zumo si era artificial.
Empieza nuestro periplo por Asturias!!!
Día uno, 17 de junio de 2013:
Como un viaje Jaén – Cangas de Onís se nos haria largo, y más después de haber corrido la última prueba de orientación de la liga jienense el domingo en Siles. Decidimos adelantar el viaje y hacer parada primero en Madrid la noche del domingo.
Nos levantamos sin prisa y tras la recomendación de Luis Penín, también gran compañero y amigo, que había estado trabajando en tema de incendios forestales en la provincia de León, me recomendó que parásemos antes de entrar en León capital, mas concretamente en el pueblo de Valdevimbre. Me dijo que iba a comer muy bien y de calidad. Y que razón tenía. Nos recomendó comer en un restaurante-cueva, muy parecido a los de Guadix pero salvando las distancias. El restaurante se llama La cueva del Tunel
http://www.cuevadeltunel.es
Comimos prácticamente solos, ya que siendo lunes y aún en temporada baja, no había mucho movimiento por la carretera ni por el pueblo. Eso nos permitió ver la cueva entera y hablar tranquilamente con los camareros. Estos estaban vestidos de manera diferente, con ropajes de típicos taberneros de varios años atrás.
Que decir que todos los platos fueron recomendados por Luis y no falló ninguno. De primero nos pedimos croquetas caseras de morcilla con queso. Aquí, en Jaén, en más de una boda o evento, han puesto croquetas de morcilla, ya las había probado y Macarena me dijo que las que había probado ella no les hacia mucha gracia. Las croquetas que nos pusieron no tenían nada que ver con las que habíamos probado antes, estaban muy jugosas y suaves, eso si, el parecido era mas de unas albóndigas que de unas croquetas.
Todo acompañado por un vino de la casa, yo no soy experto en vino, poco puedo aportar, decir que bueno estaba, eso si. Para continuar pedimos una tortilla guisada…. Si una tortilla guisada. Es tortilla de patatas pero en vez de la típica, esta estaba como guisada. Estaba acompañada de ajos, cebolla y pimientos rojos. Gran elección, un plato típico pero cocinado de manera diferente.
Para terminar Lechazo con D.O. Castilla y León al horno, nada más decirlo se me hace la boca agua y más Yo que soy carnívoro por naturaleza…. Cuando nos lo pusieron en la mesa, el olor que desprendía la carne ya nos llenaba la barriga, que ya con lo que llevábamos, estaba algo apretada, pero empezábamos las vacaciones e íbamos con la marcha larga. Estaba acompañada con una guarnición de patatas a lo pobre. En los huesos se quedó el pequeño.
De postre solo entraba un café para continuar el viaje. Todo muy bueno y a un precio razonable teniendo en cuenta que comimos calidad y en abundancia, 40 € aprox. Gracias Luis por la recomendación. Yo también lo recomendaría.
Continuamos nuestro viaje hacia tierras Asturianas por la nacional N-625 dirección Cangas de Onís. Una ruta muy recomendable si vas sin prisas, ya que atraviesas los picos de Europa y ves unos paisajes únicos.
Ya para la cena, estábamos en Cangas de Onís. Después del largo viaje y de aprovechar la tarde noche para subir y ver los Lagos de Covadonga, necesitábamos reponer fuerzas. Indecisos para ver donde entrábamos a cenar, decidimos mirar en Tripadvisor y ver que nos recomendaba. Mirando el móvil, que costumbre más fea estamos tomando, eso de depender tanto del móvil no puede ser bueno, vimos que había un restaurante en el puesto nº 5 de 63 y lo teníamos justo al lado. Decidimos acercarnos a ver que tal.
Pedimos dos raciones, una de cecina y otra de patatas con cabrales. Para beber una botella de sidra.
Siendo sinceros, mucha nota tiene para lo que comimos. La cecina estaba buena, yo nunca la he probado, tampoco puedo comparar y las patatas con cabrales, estaban también buenas, el queso fundido de cabrales por encima estaba en su justa medida, ni muy pesado y ni muy escaso, pero la ración hubiese estado mejor si hubiesen sido patatas caseras y no de las que venden en bolsas congeladas. A todo esto, la sidra la escanciaba un muñeco…. Nos quedamos con hambre porque la ración era algo escasa, y pedimos un revuelto de morcilla con huevo, que el hombre había sugerido antes. El plato era normalito y también algo escaso. Se que había un menú también para cenar, pero yo quería algo más tipo raciones, pensaba que iba a salir algo más económico y no nos íbamos a atiborrar de comida, que veníamos bien servidos del mediodía. El precio de tres raciones y una botella de sidra 35 € aprox. Yo viendo ese precio y lo que comimos y viendo lo que nos costo comer al mediodía no había color. Mal sabor de boca al empezar. No lo recomiendo y no repetiria.
Ahora mirando en tripadvisor, veo que ha bajado al puesto nº 7 de 63 y no me extraña. Viendo los comentarios, con el que me siento identificado es con el siguiente:
Amén.
http://www.tripadvisor.es/Restaurant_Review-g662890-d1821250-Reviews-El_Abuelo-Cangas_de_Onis_Asturias.html
Día dos, 18 de junio de 2013:
Para el segundo día, tomamos la decisión de realizar una ruta de senderismo por Picos de Europa. En un principio teníamos en mente acercarnos al Picu Urriellu, pero en la alta montaña había mucha niebla y los pronósticos no eran buenos. Pasamos al plan B y fuimos a la ruta del Cares. No nos arrepentimos, fue una ruta espectacular y la hicimos en mediodía. Para comer nos llevamos unos bocadillos de jamón que compramos en un bar en el pueblo de Arenas de Cabrales. Nos supo a gloria, porque la ruta fue exigente y más cuando a mitad de la ruta se puso a llover. Fue algo ligero, pero lo justo para ponernos empapados.
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El día fue completo, ya que estuvimos de compras por Arenas de Cabrales, y dimos una vuelta por la zona del famoso puente romano de Cangas de Onís. Teníamos hambre y aunque era algo temprano, 20:30 horas, decidimos llenar el depósito. El día había sido muy largo. Al pasar por una calle vimos una taberna que se llamaba El Ovetense. Nos acordamos que lo habíamos visto en el listado de tripadvisor y estaba en mejor posición que el del Abuelo. Teníamos nuestras dudas, pero al pasar por varias tabernas medio vacías y esta llena…. Algo bueno tenia que tener.
Fue un acierto total, recibimos un trato agradable y la comida estaba muy buena y abundante. Pedimos tres raciones, visto lo del día anterior no queríamos quedarnos cortos, chorizo a la sidra, patatas a las tres salsas y lacón cocido. La camarera nos comentó que las raciones eran grandes, que quitásemos una y si nos quedábamos con hambre que la pidiésemos después. Que gran verdad dijo la chica, la ración de patatas era el triple que la del día anterior con salsa picante, alioli y al cabrales, además de que estas si eran patatas caseras y no congeladas de bolsa y el chorizo a la sidra tenia un punto picantón que lo hacia muy rico. Para beber cerveza, Macarena no quería sidra y yo solo una botella no me bebía. Lo bueno de este sitio es que la propia camarera escanciaba la sidra. Con estas dos raciones nos quedamos bien servidos y agradecemos a la camarera que nos hiciese esa recomendación. Otro en su lugar no hubiese dicho nada. Yo repetiría aquí sin dudarlo. El precio final fue de 25 € aprox.
http://www.tripadvisor.es/Restaurant_Review-g662890-d3381235-Reviews-El_Ovetense-Cangas_de_Onis_Asturias.html
Día tres, 19 de junio de 2013:
Dejábamos a un lado la zona montañosa de Picos de Europa y nos preparábamos para adentrarnos a la costa del Cantábrico. Nos encantaron las carreteras llenas de verde, de ganado, de vida… En este día fuimos bordeando la costa desde Llanes hasta Villaviciosa. El día no acompañó, pero daba igual, lo bueno de ese día estaba bajo tierra, más concretamente en la cueva de Tito Bustillo. Está se encuentra Ribadesella y es una cueva con pinturas prehistóricas.
La verdad que fue impresionante verlas y nos quedamos con ganas de más, pero no teníamos mucho más tiempo y ya no había horarios para visitar la Cuevona de Ardines.
Comimos en el propio Ribadesella, en un restaurante que a priori no estaba en buen lugar en tripadvisor, el nº 30 de 42, se llama Casa Gaspar. Estaba lloviendo mucho y no estaba el día para ir buscando de restaurante en restaurante. Entramos y nos atendieron rápido, no como decían algunos comentarios. De primero me pedí la famosa fabada asturiana. Estaba buena, no era un plato muy abundante pero si aceptable. La morcilla, el chorizo y el tocino, tenían ese sabor característico de la fabada asturiana.
De segundo me pedí codillo con salsa de cabrales. La carne estaba buena, no era el mejor codillo que he comido, pero tampoco el peor. La salsa de cabrales estaba suave y muy buena, de las tres que había probado, eran tres días y tres comiendo con cabrales, era la que mejor me sabia.
En el tema de los postres, la cosa era escasa y de casero…… nada, fue el punto negativo de este restaurante. Ya que solo tenían, yogurt de supermercado, un helado idem de lo mismo y fruta. El precio estaba bien para como comimos, 20 € aprox. No nos podiamos quejar de la comida, pero si alguien me recomienda comer en Ribadesella, le diría que aquí comería bueno, bonito y barato, pero si quiere algo mas exigente, que mire en otro sitio.
http://www.tripadvisor.es/Restaurant_Review-g660742-d3158197-Reviews-Casa_Gaspar-Ribadesella_Asturias.html
El día seguía gris y llovía bastante, hicimos una parada en Lastres y llegamos a nuestro siguiente hotel, en Villaviciosa. Dejamos las maletas y llegamos hasta Tazones, un pequeño pueblo donde según dicen, desembarco por primera vez el emperador Carlos V en tierras españolas.
Para cenar volvimos a Villaviciosa y cenamos en la Taberna de Enmedio. No tenían mucha variedad y la verdad que no sabíamos que pedir. Al final nos decantamos por una tosta de ternera con……. Cabrales!!! Se me iba a poner cara de vaca, cabra y obeja. Pero estando en la tierra del cabrales, no era nada de extrañar que muchas raciones estaban pinceladas con dicho queso. A Macarena por norma no le gusta la ternera, pero estaba muy buena, ni muy echa ni poco echa, en su punto y si le añadimos el sabor de la salsa de cabrales, esta se deshacía en la boca. Para beber cerveza, ella seguía sin acompañarme con una sidra. Hasta ahora, todas las cervezas eran Mahou 5 estrellas. No había nada local. La cena salio por unos 12 € aprox. Cenamos bien, pero si vuelvo a estar por Villaviciosa, creo que probaría en otra tasca.
Este local no estaba en tripadvisor.
Día cuatro, 20 de junio de 2013:
Hoy el día acompañaba y nuestro pensamiento era ir desde Rivadesella hasta Cabo Peñas y terminar en Gijón. En Cabo Peñas había unas vistas espectaculares y más aun cuando el sol si brillaba. Estábamos pensando en comer en Gijón pero la hora de comer se nos echaba encima y luego teníamos el hándicap de buscar el centro y un buen sitio para comer. Eran las 13:00 horas y estábamos en Luanco, a unos 30 min. de Gijón. Cuando ibamos ya a por el coche, pasamos por un restaurante que tenia la carta puesta en la puerta y nos pusimos a mirarlo. Tenían arroz con bogavante, algo que nos habían aconsejado comer por la zona de costa. Lo pensamos y al final dijimos de quedarnos a comer en Luanco. El restaurante es Robus y según ponía en la puerta, estaba recomendado tanto en la guía michelín como en la guía campsa, algo que también estaba y eso nos gustó fue el logotipo de Sodexo Pass. Una vez visto este logotipo, nos dejamos llevar un poco más, y al arroz que teniamos pensado nos pedimos una cazuela de almejas con langostinos. La cazuela estaba muy buena, no era grande, pero deliciosa. Las almejas eran de las grandes con langostinos ya pelados a la marinera. Casi nos falta pan para mojar sopas….. que rica estaba la cazuela.
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Lo mejor estaba por llegar. Cuando hicimos hueco al arroz con bogavante, no pensábamos lo que nos venia encima. Era una olla entera para nosotros de arroz, yo pensaba que cuando nos sirviese, se la llevaría, pero nada más servirnos, cogió una mesa anexa y la puso al lado de la nuestra, era para dejar la olla con el resto del arroz.
El arroz estaba muy bueno, tenía un sabor que nada tenia que ver con los que hasta ahora he probado. Nosotros no somos muy de comer marisco pero la verdad mereció la pena pedirlo. Tenía un sabor intenso a mar, más concretamente a bogavante…. Dicho lo cual, el nadaba tranquilamente minutos antes en una pecera en la entrada del restaurante. DEP.
Hasta 4 platos sacamos de la olla. Y un quinto podía haber salido, pero ya era gula… Bueno, creo que ya lo era antes. El camarero muy sorprendido me dijo que no se esperaba que terminásemos con todo, a lo que yo le dije, que más vale que me invite a un hotel, que como me invite de restaurantes se queda sin blanca. Para terminar algo Light…. un postre brownie con helado de vainilla.
Por cortesía de la casa, nos invitaron a chupitos, para rebajar la comida.
Después vimos, que este restaurante estaba en tripadvisor en el puesto nº 10 de 17
http://www.tripadvisor.es/Restaurant_Review-g673670-d1001672-Reviews-Robus-Luanco_Gozon_Municipality_Asturias.html
No se si es el mejor de Luanco o no, pero hasta la fecha fue la mejor comida que tomamos por Asturias. El precio, algo elevado, pero comimos calidad. 95 €. Eso si, con chequera y media por delante no hay tanto dolor. Yo lo recomendaría, eso si, hay que ajustarse el bolsillo.
La tarde la pasamos en Gijón, donde vimos lo más relevante del casco antiguo y su EULOGIO DEL HORIZONTE, obra de Chillida.
Para cenar teníamos reservado en el propio hotel, que pidiéndolo con antelación te preparan una cena típica asturiana. Todo en un ambiente muy acogedor y muy casero, tanto, que junto a nosotros, se pusieron a cenar también los dueños del hotel.
De entrante nos pusieron Tostón con revuelto de verduras de la huerta. El Tostón es una base realizada con harina de maíz machacado. Que decir que las verduras estaban muy buenas y se notaban que eran de la huerta y no sacadas de una lata. Para beber, hoy si, en la cuna de las sidras, pedimos nuestra botella de sidra casera. Aunque la servia un muñeco, muy buena estaba la sidra.
De segundo fue Pitu de Caleya, en castellano Pollo de caminos o Pollo criado en libertad. Este pollo tiene un sabor más intenso y sabroso. Estaba guisado con cebollas, ajos, pimiento verde, pimentón y Jerez. El acompañamiento era con patatas fritas. Nada tiene que ver con los pollos asados que nos pedimos para comer los domingos perdidos o bien de trabajo o bien por salir del apuro. Por poner una pega, hubiese preferido patatas caseras.
De postre nos pusieron arroz con leche casero con azúcar quemado en la parte de arriba. Estaba muy rico todo. El precio de la cena fue de unos 30 € aprox. Yo lo recomendaría sin dudarlo.
Hasta el día, la mejor comida y acompañada de la mejor cena.
Día cinco, 21 de junio de 2013:
Ya nos iba quedando menos, y hoy dejábamos Villaviciosa para hacer noche en Avilés. Nuestra ruta por la costa nos iba a llevar hasta Luarca. Es un pequeño pueblo costero con la característica de que en su gran mayoría, los tejados de las casas son de pizarra. El viaje hasta Luarca es largo y salimos algo tarde del hotel Alavera ya que muy amablemente, los dueños nos enseñan como hacen su propia sidra y nos dan de recuerdo un dvd con explicaciones de la zona y comentarios de gente que ha estado hospedada en este hotel. En Luarca, entre otras cosas, visitamos el cementerio donde está enterrado Severo Ochoa de Albornoz. Creo que no hace falta darle ninguna presentación.
Como la mañana se ha echado encima, decidimos comer en Luarca, en el restaurante Báltico. Teníamos la duda de si mirar tripadvisor o no, porque en algunas acertabas y en otras no tanto. Pasamos por varios restaurantes y viendo que unos estaban vacíos y otros los precios no nos convencían, decidimos quedarnos en el restaurante Báltico, que si tenia gente y el menú era de 11 € por persona. De primero pedimos Pote asturiano, que era una de las comidas típicas de la zona que nos quedaba por probar. Es muy parecida a la fabada pero con repollo. Nos pusieron un cuenco donde tú te ibas sirviendo lo que querías. Cayeron dos planos de Pote.
Para el segundo plano pedimos merluza rebozada en huevo con ajo y perejil con una pequeña guarnición de patatas fritas. Estaba muy suave y no quedo nada. No tenemos un paladar muy especializado, pero hasta ahora, no nos podíamos quejar de ninguna de las comidas que habíamos tomado por Asturias.
De postre ella pidió un flan y yo un café, que había que seguir conduciendo y nos quedaba un buen trecho hasta volver para Avilés. A la ida nos tiramos por autovía y a la vuelta queríamos regresar por la nacional N-632 para parar en el pueblo de Cudillero. Un bonito y pequeño pueblo costero que yo recomendaría visitar y perderte por esas empinadas calles.
Llegamos a Avilés. Parábamos en el hotel NH Palacio de Ferrera, un hotel de 5 estrellas con el que queríamos culminar nuestra estancia en Asturias. Es un precioso hotel que antiguamente fue un palacio. Está enclavado en el centro del casco antiguo de Avilés, donde tienes todo muy cerca y un sin fin de tabernas para cenar. Si el sitio y la forma eran inmejorables, que decir del precio, 73 € dormir. Eso si, no tenía desayuno, pero mereció la pena dormir en ese Palacio de los Marqueses de Ferrara.
Para cenar, fuimos caminando por ese casco antiguo de Avilés y nos topamos con una taberna que tenia el logotipo de Sodexo Pass, decidimos entrar y así ir apurando los cheques que aun nos quedaban. Se llama L’Alfareria.
La última noche nos iba a deparar un par de sorpresas, y es que en esta tasca, yo me pedí cerveza y cual fue mi sorpresa que al pedir el tercio (al pronto la camarera no sabia que era un tercio de cerveza) me ofrecieron la cruzcampo gran reserva. La sorpresa fue mayúscula cuando venia acompañada de una pequeña tapa. Un mini bollo preñado con chorizo!!! Quien nos lo iba a decir….
De raciones pedimos de primero un torto de solomillo al cabrales (como no, para la última noche teníamos que pedir algo con cabrales… jeje). Estaba bueno, pero la base, lo que es el torto no tenia nada que ver con el que nos comimos el día anterior. Cuando pruebas un par de cosas, es cuando ya puedes comparar y se notaba que uno era totalmente casero y otro pues estaba pensado para repartirlo como ración en un bar.
Para continuar pedimos una longaniza de Avilés con patatas. Tenía pimentón por lo alto y la patata estaba cocida. Al pronto tenia una figura un tanto “rara” pero de sabor estaba buena. Acompañada con el segundo tercio cruzcampo entro rápido y sabiendo gloria.
Para terminar, pedimos tarta de queso. En un principio pedimos postre para uno, pero nos pusieron dos trozos de tarta y a la hora de cobrar, solo los cobraron como uno. Ese detalle gustó. La última noche en Asturias nos supo bien, cerrándola con un sabor dulce.
La tarta estuvo acorde con la noche, la comida no era una delicatessen, pero para el precio final 25 € aprox., donde estábamos, en pleno casco antiguo de Avilés, a un paso del hotel, y además aceptaban los tan agradecidos cheques Sodexo Pass, no nos podíamos quejar. Yo lo recomiendo, aunque doy por seguro que puede haber sitios mejores…. y también peores. Este no venia en tripadvisor, por lo que poco puedo comparar con los comentarios de más gente.
Día seis, 22 de junio de 2013:
Ya nos iba tocando retirada para volver a tierras Andaluzas. El desayuno no venia incluido en el precio del hotel, pero no fue problema, porque en la misma plaza del Palacio, había varias terrazas. Mientras nos tomábamos el último desayuno, hablamos Macarena y Yo que deberíamos de habernos pedido mínimo diez días para estar por estas tierras. Muy bonitas y que tantas y tantas cosas nos hemos dejado por ver en el camino.
De Avilés fuimos a Oviedo, la capital del Principado. En ella vimos mucha historia, como la cruz de los Ángeles y la cruz de la Victoria dentro de su catedral. También pasamos por el alto del Naranco para ver dos reliquias del Prerrománico como son Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo.
Antes de despedirnos, no nos queríamos ir sin dejar el pabellón bien alto. Estuvimos mirando varios sitios para comer y el que más nos gustó y que además aceptaban los Sodexo Pass, fue el de Lamásbarata. Miramos en tripadvisor y estaba en el puesto nº 17 de 273, no estaba mal de entrada. Además, estaba en pleno centro, a las espaldas del ayuntamiento.
Había menú, pero al ver que no venia lo que queríamos, pues decidimos ir a la carta. De entrada pedimos una sepia al ajillo con alioli. Yo cuando la pusieron en el plato pensé que iba a ser estilo chicle, pero todo lo contrario, muy tierna y el alioli suave (mejor, que si no todo el viaje de vuelta para casa iba a ser un infierno). Venia acompañada de un pequeño salteado de verduras a la plancha.
De segundo me pedí medallón de solomillo con foie y Macarena un CHULETÓN de ternera asturiana con guarnición. Pongo chuletón en mayúsculas porque es para ponerlo. Una imagen vale más que mil palabras.
El camarero pidió perdón a Macarena varias veces porque no sabia que ese sábado habían traído unos chuletones tan grandes. Solo tuvo valor a comerse un cuarto de chuletón, el resto, muy amablemente el camarero nos lo guardó en un taper para llevar. El caso que empezó a comérselo en Oviedo y acabó de comerlo en Jaén….. Bueno, muy bueno estaba, solo hay que mirar la pinta que tenia.
Lo mío, de menor peso, si acabó en Oviedo. Que menos, dirían mis compañeros. Aunque es cierto que al final se me hizo largo. Es más, para el postre solo un café y metido a traga-nudos. La comida excelente y a un muy buen precio, 40 € aprox.
Ya como detalle final, se ve que los sábados hay un mercadillo por el casco antiguo y hacen como una especie corre-calles con bandas típicas asturianas. Que mejor final para nuestro viaje que escuchar el Asturias patria querida a ritmo de gaitas y tambores.
Llevamos una semana en Jaén y ya echo un poco de menos, a esas nubes que nos acompañaron todos los días, al manto verde que rodea todo el principado y a esa gastronomía asturiana que tanto nos gustó.
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